martes, 20 de octubre de 2009 Viejas Cartas de Amor Eterno II

Algunas veces se grato encontrarse con viejos textos que no se tiene recuerdo que aun pudieran existir, después de que los ánimos se calma y las emociones se vuelven a su cauce natural y se mira todo con un poco mas de objetividad, me di cuenta que era un escrito que no esta de  mas salvar ya que lo que quedo plasmado en este, le puede pasar a cualquiera. Y estoy mas que seguro que le ha pasado a varios, después de una temporada turbia enfermo con el mal de amores, es tan oportuno toparse con algunos amigos con los cuales compartir experiencias y penas tomando un par de copas para relajar el ambiente con un poco de buena música para terminar de hacer idónea la charla.

Bueno ustedes podrán sacar sus propias conclusiones después de leer el presente escrito que elabore hace ya bastantes anos atrás; lo único omitido y/o cambiado en el presente texto es el nombre de la destinataria, cosa que no tendrá mayor relevancia para el lector.

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Querida Nina:

Por medio de la presente, me dirijo a usted, para expresarle mis más sinceras disculpas por el pequeño incidente acontecido en la noche del viernes y la madrugada del sábado recién pasado. Creo que esta de más explicar que esa noche su servidor no se encontraba en sus cinco sentidos, ya que por tantas cargas de la vida ese viernes decidí, congregarme con un reducido grupo de amigos y charlar de las penas y alegrías que la vida nos trae a cada momento, y dadas las   circunstancias de dicha reunión nos vimos tentados en tomarnos un par de copas, y como era de esperar en mí, no fueron únicamente  un par de copas;   por lo que mis sentidos y mi propio juicio fue afectado por el alcohol consumido.

En mi perdida de juicio logro recordar con gran dificultad que usted se vio victima de mi embriaguez, ya que yo en ese estado, a esas altas horas de la noche perturbe su dulce sueño con mi extraña llamada y mi entrecortada voz.   Le soy sincero, no logro precisar cual o cuales fueron los temas de conversación en dicha llamada, por lo que le ruego que me disculpe, si fueron proferidas de mi boca palabras que hicieron que se ofendiera o de alguna manera se sintiera incomoda, le reitero que en ningún momento esta halla sido mi intención.

Espero no haber perturbado su tranquilidad con dicha llamada, ojala y al leer esto usted se encuentre muy bien en compañía de la gente que la quiere, y este cosechando muchos éxitos en sus estudios y pronto pueda gozar de un muy merecido descanso, ojala y todos sus deseos se hagan realidad, y siga creciendo en edad, sabiduría y espíritu.   Quiero dejar bien claro que esta carta no es para intranquilizarla, simplemente me siento muy apenado por haberla molestado, por lo cual espero no volverla a molestar (al menos que usted así lo quiera), y tratar de controlar todos estos desordenes que atormentan mi vida en este momento, y tratar de no embriagarme mas, o por lo menos si me embriago tratar la manera de no tener un teléfono cerca, ya que por los últimos acontecimientos acaecidos hace ya cierto tiempo mi vida ha sufrido una gran serie de cambios, buenos y malos, y aun no he aprendido a lidiar con ellos.

Si no fuera mucho pedir de mi parte me gustaría recibir algún tipo de respuesta a mi disculpa de su parte, no esta obligada a nada, si usted no desea enviar una respuesta, yo lo sabré entender, espero no causarle algún tipo de malestar al momento que usted lea esta carta. Y por esta ocasión me despido, reiterándole mis más sinceras disculpas, y diciéndole que se le extraña mucho por aquí, su sonrisa, su dulce voz, sus suaves manos, su hermoso cabello, su incomparable filosofía de vida. Perdón si no le cuento nada de mi, pero no quiero agobiarla con mis penas y alegrías y para serle un poco mas sincero realmente no creo que le interesen. Simplemente hace un tiempo que empezó a llover por aquí, y no creo que pare de llover, ojala y algún lejano día, por el lejano horizonte se empiecen a disipar las negras nubes y empiece a salir el sol, que desde tanto tiempo no sale por aquí. Simplemente la extraño a rabiar.

P.S.

Seria muy bueno volverle a ver a su merced.

Atentamente,

El Conde.

 

beso

Sin nada mas por el momento me despido, desde el centro de la tierra.

 

Atte.

 

El Conde

 

Post Scriptum

“Amoris vulnus idem sanat qui facit”

1 comentarios:

Anónimo dijo...

muajaja

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